Ahora digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del siervo, aunque es señor de todo;

Ver. 1. Nada se diferencia de un sirviente ] En alusión a lo cual está escrito en los brazos del príncipe, Ich dien, es decir, yo sirvo. Enrique II, rey de Inglaterra, coronó a su hijo mayor Enrique mientras aún vivía; lo que hizo que su ambición apagara por completo su obediencia. La ambición siempre viaja sin riendas. Ese rey, en la coronación de su hijo, renunció al nombre de rey por ese día, y como sirviente, sirvió a la mesa; por lo cual fue recompensado así, dijo mi padre, no se deshonra por atenderme, porque yo soy tanto rey como hijo de reina, y él tampoco. Después de esto, tomó las armas contra su padre y murió en abierta rebelión.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad