Y lo llevó a Jesús. Y mirándolo Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; te llamarán Cefas, que significa piedra.

Ver. 42. Cefas, que es por interpretación una piedra ] No una cabeza, como algunos buitres papistas necesitarían tenerla (sin saber una diferencia entre Cefas y κεφαλη), y todo para probar que Pedro es la cabeza de la Iglesia. Algunos de ellos han dicho que la condenación de nosotros los protestantes está tan claramente establecida en nuestras propias Biblias, que no hay más necesidad de convencernos de ello, sino que tenemos los ojos en la cabeza (cuando abrimos el libro) y podemos para leerlo.

Pero el que primero interpretó a Cefas, una cabeza (contra este texto claro llamándolo una piedra) o no tenía los ojos en la cabeza, o debía ser un perfecto extraño a la Biblia como ese obispo de Dunkelden, en Escocia, que agradeció a Dios que no conocía ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento. O como ese otro obispo holandés, Albertus Vindelicorum Episcopus, de quien Lutero escribe, que encendió una Biblia y le preguntó (después de haber leído un rato en ella) qué libro era; "No sé", dijo, "qué libro es; pero esto sí sé, que no hay nada en él que pueda encontrar para hacer para nuestra religión".

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