Había un hombre rico, que vestía de púrpura y lino fino, y comía suntuosamente todos los días:

Ver. 19. Había cierto hombre rico ] Ni una sola vez nombrado, como Lázaro, aunque nunca tan poco estimado por los hombres. Dios lo conocía por su nombre, como conoció a Moisés; cuando el nombre del rico está escrito en la tierra, se pudre sobre la tierra, es dejado para oprobio.

Que estaba vestido de púrpura, etc. ] Gr. ενεδιδυσκετο, comúnmente se vestía así. Era su uso diario, como sugiere la palabra. ( Verbum est quasi frequentativum. Pasor.)

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