Porque el reino de Dios no es comida ni bebida; sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Ver. 17. Por el reino de Dios, etc. ] Ese fue un dicho puerco de Epicuro, que la vida eterna no debería ser otra cosa que comer continuamente la grasa y beber lo dulce, hasta una incesante saciedad y embriaguez, κραιπαλην και μεθην αιωνιον. Los turcos hasta el día de hoy prometen el Paraíso a aquellos que mueran en la guerra por la fe mahometana, donde tendrán comida deliciosa, jardines agradables, todos los placeres sensuales, para disfrutar eternamente, a pesar de los pecados anteriores. Sirve lechuga para esos labios.

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