4-10 El Sumo Sacerdote que aparecería después, del cual Melquisedec era un tipo, debía ser muy superior a los sacerdotes levíticos. Observad la gran dignidad y felicidad de Abraham, que tenía las promesas. Ese hombre es rico y feliz en verdad, que tiene las promesas, tanto de la vida que ahora es, como de la que ha de venir. Este honor tienen todos los que reciben al Señor Jesús. Avancemos en nuestros conflictos espirituales, confiando en su palabra y en su fuerza, atribuyendo nuestras victorias a su gracia, y deseando ser recibidos y bendecidos por él en todos nuestros caminos.

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