22-30 Todos los que tienen algo que decir a Cristo, pueden encontrarlo en el templo. Cristo quiere hacernos creer; nosotros nos hacemos dudar. Los judíos comprendieron su significado, pero no pudieron formar con sus palabras una acusación completa contra él. Describió la disposición bondadosa y el estado feliz de sus ovejas; escucharon y creyeron su palabra, le siguieron como sus fieles discípulos, y ninguno de ellos debía perecer; porque el Hijo y el Padre eran uno. Así pudo defender a sus ovejas contra todos sus enemigos, lo que demuestra que reivindicaba el poder y la perfección divina por igual con el Padre.

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