Aunque hable en todas las lenguas que hay sobre la tierra y con la elocuencia de un ángel. Y no tengo amor - El amor de Dios, y de toda la humanidad por amor a él, no soy mejor ante Dios que los instrumentos de bronce que suenan, usados ​​en la adoración de algunos de los dioses paganos. O un platillo tintineante: estaba hecho de dos piezas de latón hueco que, al golpearse juntas, producían un tintineo, pero con muy poca variedad de sonido.

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