Dios - El Dios de nuestros padres, se descubrió a sí mismo en Temán, una montaña no lejos del monte Sinaí, donde se dio la ley. Parán - Cerca del Sinaí. Su gloria - Esto el profeta menciona como un apoyo de su fe, que Dios apareció tan gloriosamente entre sus padres. Lleno de su alabanza, de obras dignas de toda alabanza.

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