Si en lo ajeno no fuisteis fieles, ninguna de estas cosas temporales es vuestra: sois solamente administradores de ellas, no propietarios: Dios es el propietario de todo; los deja en tus manos por un tiempo, pero aún son de su propiedad. Hombres ricos, comprendan y consideren esto. Si su mayordomo usa cualquier parte de su patrimonio (así llamado en el lenguaje de los hombres) más lejos o de otra manera de lo que usted dirige, es un bribón: no tiene conciencia ni honor.

Tampoco tienes ni uno ni el otro, si usas cualquier parte de ese patrimonio, que en verdad es de Dios, no tuyo, de otra manera de lo que él dirige. Lo que es tuyo, el Cielo, que cuando lo tengas, será tuyo para siempre.

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