12. Y si no has sido fiel en lo que pertenece a otro. Por la expresión, lo que pertenece a otro, quiere decir lo que no está dentro del hombre; porque Dios no nos otorga riquezas con la condición de que seamos apegados a ellas, sino que nos hace mayordomos de ellas de tal manera que no puedan atarnos con sus cadenas. Y, de hecho, es imposible que nuestras mentes sean libres y desconectadas para vivir en el cielo, si no consideramos que todo lo que hay en el mundo pertenece a otro

¿Quién te confiará lo que es tuyo? Las riquezas espirituales, por otro lado, que se relacionan con una vida futura, son declaradas por él como propias, porque el disfrute de ellas es eterno. Pero ahora emplea una comparación diferente. No hay ninguna razón, nos dice, para esperar que hagamos un uso adecuado y moderado de nuestra propia propiedad, si hemos actuado de manera inadecuada o infiel en lo que pertenecía a otro. Los hombres generalmente se preocupan menos por el abuso y se permiten una mayor libertad en el despilfarro, su propia propiedad, porque no temen que cualquier persona les encuentre fallas; pero cuando se les ha confiado una cosa, ya sea a cargo o en préstamo, y de la que luego deben rendir cuentas, son más cautelosos y más tímidos.

De este modo, determinamos el significado de Cristo, que los que son malos administradores de las bendiciones terrenales no serían fieles guardianes de los dones espirituales. Luego introduce una oración: No puedes servir a Dios y a Mamón; que he explicado en Mateo 6:24. Allí el lector encontrará una explicación de la palabra Mammon (301)

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