No por obras: en este importante pasaje, el apóstol nos presenta una vista encantadora de nuestra redención. Aquí tenemos, la causa de ello; no nuestras obras o justicia, sino "la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador". Los efectos; que son, Justificación; "siendo justificado", perdonado y aceptado sólo por los méritos de Cristo, no por ningún mérito en nosotros, sino según su propia misericordia, "por su gracia", su bondad gratuita e inmerecida.

Santificación, expresada por la fuente de la regeneración (es decir, el bautismo, la cosa significada, así como la señal externa) y la renovación del Espíritu Santo; que purifica el alma, como el agua limpia el cuerpo y lo renueva a la imagen completa de Dios. La consumación de todos; - para que seamos herederos de la vida eterna y vivamos ahora en la gozosa esperanza de ella.

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