No por obras de justicia que hayamos hecho, sino por su misericordia, nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo;

Ver. 5. Lo que hemos hecho ] Nosotros, que estamos en bancarrota en Adán, todavía estaríamos haciéndolo, y pensamos ser salvos para una compañía de pobres y miserables deberes; como los quebrados volverán a comerciar, aunque sólo sea por alfileres, etc.

Pero según su misericordia ] Dios no es comerciante; su reino no es partum , sino paratum. El que dijo: Coelum gratis non accipiam, no tendré el cielo a costo gratuito, se fue sin él. (Vega.)

Él nos salvó por el lavamiento de la regeneración ] Así que el bautismo nos salva, 1 Pedro 3:21 . Salva sacramentalmente, sellando la salvación al creyente: por eso se le llama la fuente de la regeneración. Es una noble cuestión en la divinidad (dice el Sr. Burgess, Vindic. Legis.), Ya que la regeneración se atribuye tanto a la palabra como al bautismo, cómo uno la obra de manera diferente al otro. O si ambos lo funcionan, ¿por qué no sobra uno?

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