Ireneo contra las herejías Libro V

Pero ahora, por medio de la comunión consigo mismo, el Señor ha reconciliado al hombre con Dios Padre, al reconciliarnos consigo mismo por el cuerpo de su propia carne, y redimiéndonos con su propia sangre, como dice el apóstol a los Efesios: " en quien tenemos redención por su sangre, la remisión de los pecados”[120]

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Antiguo Testamento