Homilía Clementina XVII

Si no fuerais contrarios a mí, no me acusaríais ni denigraríais la verdad que yo proclamo, para que no me crean cuando digo lo que yo mismo he oído del Señor con mis propios oídos, como si fuera evidentemente una persona condenada y de mala reputación[54].

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento