Ireneo contra las herejías Libro II

Que Dios es el Creador del mundo es aceptado incluso por aquellas mismas personas que de muchas maneras hablan en contra de Él, y sin embargo lo reconocen, llamándolo Creador y ángel, sin mencionar que todas las Escrituras llaman [al mismo efecto], y el Señor nos enseña de este Padre[41]

Clemente de Alejandría El Instructor Libro I

Y el Señor dice en su oración: "Padre nuestro, que estás en los cielos"[172].

Fragmentos de Clemente de la traducción latina de Casiodoro

Porque así lo tienes en la oración del Señor: "Santificado sea tu nombre".[23]

Tertuliano contra Práxeas

miró hacia arriba, y oró, e hizo súplica al Padre; donde también nos enseñó a elevarnos, y orar: "Padre nuestro que estás en los cielos", etc.,[314]

Orígenes de Principios Libro II

De nuevo, ¿qué otra cosa significa la expresión, que deberían usar los que oran: "Padre nuestro que estás en los cielos"[35]?

Tratado de Cipriano IV Sobre el Padrenuestro

Y perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no permitas que seamos llevados a la tentación; Mas líbranos del mal. Amén.”[16]

Arquelao Actas de la Disputa con el Heresiarca Manes

¿Y a quién, pues, se dirigió el Señor Jesús, cuando en estos términos enseñó a los hombres a orar: "Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos"[164]

Institutos Divinos de Lactancio Libro IV

Y hace toda la diferencia lo que adoran, no cómo adoran, o qué oración ofrecen.[385]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro III

ure, santo, amado de Dios, hijo de Dios, orando como un hijo a su padre, y diciendo, como de la común congregación de los fieles, así: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; tu venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; el pan nuestro de cada día dánoslo hoy; y perdónanos nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal. : porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.”[56]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII

pero como el Señor nos ha señalado en el Evangelio, orad así: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra; danos hoy nuestro el pan de cada día, y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el reino por los siglos. Amén»[110].

Hechos del Santo Apóstol Tomás

y no sólo nos has dado esto, sino que también nos has enseñado a orar;[52]

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