Porque nadie subió al cielo, sino el que descendió... el Hijo del hombre que está en el cielo.

Ningún hombre ha ido al cielo y vuelto para dar testimonio de las cosas celestiales y los consejos de Dios. El único testigo es el Hijo del hombre que descendió y aún está en el cielo, porque es divino y está en constante comunicación con él. Esto implica: 1. Que existió antes de aparecer en la tierra. 2. Que el cielo era su verdadera morada. 3. Que, en la tierra, su espíritu estaba en comunicación con el cielo.

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Nuevo Testamento