Entonces esos hombres Más bien, Los hombres por lo tanto.

el milagro que hizo Jesús Mejor , la señal que hizo . El nombre Jesús se ha insertado aquí, como en otras partes, porque esta vez fue el comienzo de una lección leída en la iglesia. Lo mismo se ha hecho en nuestro propio Libro de Oración en los Evangelios de la Quincuagésima y del 3er Domingo de Cuaresma: en el Evangelio del día de San Juan se han insertado los nombres tanto de Jesús como de Pedro; y en los de la 5ª S.

en Cuaresma y 2º S. después de Pascua se han insertado las palabras -Jesús dijo". En todos los casos un deseo de claridad ha motivado la inserción. Comp. Juan 8:21 .

ese profeta que ha de venir Literalmente, el Profeta que viene : el Profeta de Deuteronomio 18:15 (ver com. Juan 1:21 ). Pero quizás el participio griego aquí solo representa el participio hebreo, que está propiamente presente, pero se usa a menudo donde se usaría un participio futuro en latín o griego.

Solo S. Juan nos dice el efecto del milagro en aquellos que lo presenciaron: comp. Juan 2:11 ; Juan 2:23 . Estos dos versículos (14, 15) proporcionan "una prueba decisiva de que la narración del cuarto Evangelio no está construida a partir de la de los sinópticos, y casi podríamos añadir una prueba decisiva del carácter histórico del Evangelio mismo... Los sinópticos han nada de esto... Sin embargo, ¡cómo se corresponde exactamente con las expectativas mesiánicas actuales!Nuestro Señor había realizado un milagro, y de inmediato es aclamado como el Mesías.

Pero es como el Mesías judío, no cristiano. La multitud lo tomaría por la fuerza y ​​lo haría rey. Por fin han encontrado al líder que los guiará victoriosamente contra los romanos y restaurará el reino de Israel". ya no andaba más con Él", y por la misma causa, un año después, lo crucificaron.

Es este contraste entre la creencia mesiánica popular y la forma sublimada de la misma, tal como la mantiene y representa Cristo, la clave de todas las fluctuaciones y oscilaciones a las que estuvo sujeta la creencia en Él. Por eso fue confesado un día y negado al día siguiente... Es casi superfluo señalar cuán imposible hubiera sido para un escritor totalmente ab extra arrojarse en medio de estas esperanzas y sentimientos, y reproducirlos, no como si fueran algo nuevo que hubiera aprendido, pero como parte de una atmósfera que él mismo había respirado alguna vez. No hay prueba más fuerte tanto de la autenticidad como de la autenticidad del cuarto Evangelio que la forma en que refleja la idea mesiánica actual." S. pp. 123, 124.

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