(1:21,22) Miren, dice Pablo, sobre la base de ese poder, Cristo ha sido instalado por el Padre como gobernante supremo "sobre todo principado y autoridad, poder y dominio, y todo título que se puede dar". Eso cubre prácticamente toda clase de creación, angelical o humana, caída o redimida, juzgada o libre, "no solo en la era presente, sino también en la venidera" refiriéndose al Milenio y más allá.

"Gobierno, autoridad, poder, dominio y título", todos se refieren a la jerarquía angelical, tanto caídos como justos, a quienes se les da libertad para afectar los asuntos de los hombres. Es importante recordar que el hombre, Jesús, quien es "el Cristo", está ahora a la diestra del Padre y gobierna sobre todos los niveles de la creación para siempre, específicamente para funcionar como cabeza sobre todo en nombre de la Iglesia. La Iglesia es esa compañía única de los redimidos de entre la humanidad comenzando con aquellos en el aposento alto en Pentecostés y terminando con el llamado del remanente final que está vivo cuando ocurra el Rapto.

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