Ya no seamos niños. Los niños son débiles, inexpertos, fáciles de engañar. ¡ Dios ha establecido a propósito este mundo como una carrera de obstáculos! Alcanzamos nuestra meta eterna solo usando toda la ayuda de Dios para evitar los lodazales, el alambre de púas, las barreras y todo lo demás que el Diablo pone en nuestro camino para enviarnos en la dirección equivocada.

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