βλέπεις…: como estas palabras son la deducción extraída de lo que precede, es mejor tomarlas en forma de enunciado, y no como interrogativas. ἡ πίστις συνήρ γει : esto implica cierta modificación, con respecto a πίστις, de la posición anterior asumida por el escritor, pues en Santiago 2:21 dice: “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre?” no se hace mención de la fe; mientras que aquí se concede a la fe un lugar igual a las obras; cf.

Gálatas 5:6 , πίστις διʼ ἀγάπης ἐνεργουμένη, acerca de las cuales Lightfoot dice que “tienden un puente sobre el abismo que parece separar el lenguaje de San Pablo y Santiago. Ambos afirman un principio de energía práctica, en oposición a una teoría estéril e inactiva”. Sobre συνήργει ver Test.

de los Doce Patriarcas, Gad. IV. 7, “Pero el espíritu de amor coopera con la ley de Dios…” (Charles). καὶ ἐκ τῶν ἔργων ἡ πίστις ἐτελειώθη: es obvio que “fe” se usa aquí en el sentido más alto, no simplemente como una actitud mental, sino como una posesión dada por Dios. Sin embargo, debe señalarse además que si el judaísmo del escritor judío-cristiano de esta parte de la epístola hubiera sido algo menos fuerte, las palabras bajo consideración probablemente se habrían dicho de manera un poco diferente; porque según la idea puramente cristiana de la fe, las obras, siendo una prueba indispensable de su existencia, no podría decirse que la perfeccionen, como tampoco podría decirse que la predicación de la fe perfecciona la creencia del predicador; aunque las obras son el resultado y resultado de la fe, pertenecen, sin embargo, a una categoría diferente.

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