Mi Padre que me las dio, es mayor que todos (los padres vulgata y latino dicen " majus ", los padres griegos μείξων ), y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre . Porque la Naturaleza Divina que el Padre Me dio, y su poder omnipotente, es mayor que todos los seres creados, incluso ángeles y demonios, y como nadie puede arrebatarlos de la mano de Mi Padre, así tampoco pueden arrebatarlos de la Mía. , porque la mano y el poder del Padre y Mismo son uno y lo mismo.

(Así S. Agustín, Beda, Maldonato; y véase S. Ambrosio, de Spir. Sancto , iii. 18. S. Hilario, de Trin. lib. vii., y Tertuliano, contra Praxeam ). Él dice esto contra los judíos que lo consideraban como un mero hombre: "Sabed, pues, que el Padre Eterno me dio una Naturaleza y una Personalidad divinas mucho más altas que cualquier naturaleza creada, ya sean ángeles u hombres". Otros lo explican, que las ovejas encomendadas a Mí por el Padre deben ser de mayor valor para Mí que cualquier otra cosa; y nadie las puede arrebatar ni de la mano de Mi Padre, ni de Mi propia mano. Pero la primera explicación es a la vez la más sublime y la más llena de significado.

San Cirilo lo explica así: "Mi Padre me ha encomendado a Mí, Su Hijo Encarnado, el cuidado de Sus ovejas. Como Dios, tengo el mismo poder que Él, y como hombre, Mi mano está fortalecida por la Omnipotente Mano del Padre". De donde la Glosa Interlineal explica la palabra "mano" por "Yo, que soy la Mano del Padre". Pues como dice San Agustín, "los hombres llaman a sus 'manos' a aquellas personas por medio de las cuales hacen lo que quieren". Las dos explicaciones vienen a lo mismo.

versión 30. . y mi Padre son uno , no sólo por acuerdo y consentimiento de voluntad, como sostienen los arrianos, sino también uno en Esencia y Deidad, iguales en número, no en especie, porque de otro modo habría más Dioses que uno. Cristo habla aquí como Dios y la Palabra del Padre. Y por esto los padres prueban Su divinidad contra los arrianos. Y los judíos entendieron las palabras en el mismo sentido, y en consecuencia buscaron apedrearlo por blasfemo.

Y Cristo mismo las explicó en el mismo sentido, porque dijo: Yo soy el Hijo de Dios. Queda claro también de Su línea de argumentación, "siendo uno con el Padre, tengo el mismo poder Omnipotente". Porque donde la esencia es la misma, el poder también es el mismo. Así dice S. Hilario ( de Trinit. lib. viii.), "El Padre y el Hijo son Uno, no como habla de los fieles (en el cap. xvii.), 'Para que sean uno', sino uno en naturaleza, honor y poder.

"Él navega entre Escila y Caribdis", dice S. Agustín ( in loc. ) "entre Arrio y Sabelio; porque al hablar de 'Uno' Él significa la Unidad de la naturaleza. Pero al decir 'somos' indica una pluralidad de personas, lo que Sabelio negó, afirmando que Dios era Uno en Persona, así como en Esencia". S. Agustín dice lo mismo ( de Trinit. vi. 2). Ver Belarmino ( de Christo , i. 6).

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