Cuando venga el Hijo del hombre. Viene al juicio universal, cuando librará a sus escogidos, a quienes ordenó estar siempre listos y ansiosos; y esperar pacientemente ese día, preparándose para él con la oración y las buenas obras. Porque aquel día será repentino e inesperado como un relámpago, como Él mismo ha dicho (cap. xvii. 24). Cristo da la razón por la cual debemos orar siempre, y perseverar en la oración; porque por su larga ausencia, la fe fallará incluso en muchos de los que creen, de modo que o perderán toda la fe o creerán muy débilmente, sin pensar apenas que Él volverá en absoluto.

En segundo lugar, Cristo aquí da la razón por la cual muchos no son escuchados en oración. Su fe comienza a fallar y no continúan firmes en la oración, ni esperan la venida del Señor con la paciencia que se debe.

En tercer lugar, Teofilacto dice: "Conectó correctamente sus palabras sobre la oración con las de la fe, porque la base y el fundamento de toda oración es la fe. Declaró al mismo tiempo que pocos orarían, porque la fe se encontraría en pocos".

Cristo dice esto para añadir un nuevo incentivo a la oración incesante, porque poco a poco la fe va decayendo más y más, y por lo tanto las ofensas y persecuciones van aumentando.

¿Encontrará fe fe perfecta, es decir; fe formada por cierta confianza (fiducia) y amor. "Esto", dice S. Agustín ( tracto xxxvi), "apenas se encuentra en la tierra, porque la Iglesia de los fieles está llena de fe imperfecta, y está, por así decirlo, medio muerta". Cristo mismo lo explica así, S. Mateo 24:12 .

Esto sucederá más especialmente; en el fin del mundo antes de la venida de Cristo al juicio, cuando los hombres comerán y beberán hasta el deleite y no pensarán en el juicio, como dijo Cristo, Lucas 17:27 ; y S. Pedro, 2 Pedro 3:3 .

Es decir, los cristianos negarán que Él viene a juzgar, aun cuando esa venida esté cerca ( 2 Pedro 3:4 ). Como si hubieran dicho: "La Naturaleza ha hecho el mundo: la misma Naturaleza sigue su curso en el mismo tenor, y siempre lo seguirá. No hay Dios para destruirla: no hay Deidad para juzgarnos a nosotros y a nuestras obras, y castigarnos". a ellos."

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