Porque no nos encomendamos de nuevo a ustedes - Esto se refiere a lo que había dicho en el verso anterior. Había dicho allí que tenía tal conciencia de integridad que podía apelar a Dios, y que estaba convencido de que los corintios también aprobaron su curso, o admitieron que estaba influenciado por los motivos correctos. Aquí declara la razón por la que había dicho esto. No era para encomendarse a ellos. No era para jactarse de su propio carácter, ni para asegurar su elogio o favor. Algunos podrían estar dispuestos a tergiversar todo lo que Pablo dijo de sí mismo, y suponer que se dijo por mera gloria vana o por amor a la alabanza. Les dice, por lo tanto, que su único objetivo era la autodefensa necesaria, y para que pudieran tener la evidencia más completa de que él, por quien habían sido convertidos, era un verdadero apóstol; y que aquel a quien consideraban como su amigo y padre en el evangelio era un hombre del que no deben avergonzarse.

Pero déle ocasión - Este es un giro de expresión muy feliz. El sentido es: “Has sido convertido bajo mis labores. Profesas considerarme como tu padre espiritual y amigo. No tengo motivos para dudar de tu apego a mí. Sin embargo, a menudo escuchas mi nombre difamado, y me oyes acusado de querer la evidencia de ser un apóstol y de ser vanidoso y egoísta. Sé tu deseo de reivindicar mi personaje y demostrar que son mis amigos. Por lo tanto, digo estas cosas con respecto a mí mismo para que puedas mostrarme tu respeto y vindicarme de las acusaciones falsas y difamatorias de mis enemigos. De esta manera, podrás responderlas; para demostrar que el hombre a quien respetas es digno de tu confianza y estima ".

En su nombre - Para su propio beneficio, o como una auto-vindicación por adherirse a mí y demostrar su apego.

Para que tengan algo que responderles - Que se les proporcione una respuesta inmediata cuando se les acusa de adherirse a un hombre que no tiene derecho al apostolado , o quien es calumniado de alguna otra manera.

Qué gloria en apariencia - Los falsos maestros en Corinto. Probablemente se jactaban de su rango, su elocuencia, sus talentos, sus ventajas externas; pero no en las cualidades del corazón: en sinceridad, honestidad, verdadero amor por las almas. Sus conciencias no les permitirían hacer esto; y se sabían a sí mismos que su jactancia no era más que una vana pretensión, y que no había terreno real y sólido para ello. El margen es "en la cara". El significado es, probablemente, que su motivo de jactancia era externo, y era tal como se puede ver en las personas, y no era más bien la conciencia secreta del derecho, que solo podía existir en la conciencia y el corazón. Pablo, por otro lado, se glorió principalmente en su sinceridad, su honestidad, su deseo de su salvación; en su integridad consciente ante Dios; y no en meras ventajas externas o profesiones, en su rango, elocuencia o talento. En consecuencia, todo su argumento aquí gira en torno a su sinceridad, su honestidad consciente y su verdadero respeto por su bienestar. Y la verdad que se enseña aquí es que la sinceridad y la integridad consciente son más valiosas que cualquiera o todas las ventajas y dotaciones externas.

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