Así también Cristo no se glorificó a sí mismo; - vea las notas en Juan 8:54. El significado es que Jesús no era ambicioso; que no se metió en el gran oficio de sumo sacerdote; no asumió sus deberes sin ser llamado regularmente a él. Pablo afirmó que Cristo ocupó ese cargo; pero, como no descendió delante de Aarón, y como nadie podía realizar sus tareas sin ser llamado regularmente, le correspondía a él demostrar que Jesús no era un intruso, sino que tenía una vocación regular para ese trabajo. Esto lo muestra haciendo referencia a dos pasajes del Antiguo Testamento.

Pero el que le dijo - Es decir, el que le dijo "Tú eres mi Hijo", lo exaltó a esa oficina. Recibió su cita de él. Esto fue decisivo en el caso, y fue suficiente, si se podía entender, ya que el único reclamo que Aaron y sus sucesores pudieron tener ante la oficina, fue el hecho de que habían recibido su nombramiento ante Dios.

Eres mi Hijo - Salmo 2:7. Vea este pasaje explicado en las notas sobre Hechos 13:38. Se usa aquí con referencia a la designación al oficio sacerdotal, aunque en el Salmo más particularmente a la unción al oficio de rey. La propiedad de esta aplicación se basa en el hecho de que el lenguaje en el Salmo es de carácter tan general, que puede aplicarse a "cualquier" exaltación del Redentor, o a cualquier honor conferido a él. Aquí se usa con estricta propiedad, porque Pablo dice que Jesús no se exaltó a "sí mismo", y en prueba de eso se refiere al hecho de que Dios lo había exaltado al llamarlo su "Hijo".

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