Te veré de nuevo - Después de mi resurrección.

Tu alegría que nadie te quita - Serás tan firmemente persuadido que he resucitado y que soy el Mesías, que ni las amenazas ni las persecuciones de los hombres alguna vez podrá sacudir su fe y producir dudas o incredulidad, y así quitarle su alegría. Esta predicción se cumplió notablemente. Es evidente que después de su ascensión ninguno de los apóstoles dudó por un momento que hubiera resucitado de entre los muertos. Ninguna persecución o juicio fue capaz de sacudir su fe; y así, en medio de todas sus aflicciones, tenían una fuente inquebrantable de alegría.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad