Pero cuando vio a las multitudes - Eso lo siguió de un lugar a otro. Cuando vio su ansiedad por ser instruido y salvado.

Fue movido con compasión por ellos - Se compadeció de ellos.

Debido a que se desmayaron - La palabra utilizada aquí se refiere al cansancio y la fatiga que resulta del trabajo y la carga. Vio a la gente cargada con los ritos de la religión y las doctrinas de los fariseos; hundiéndose bajo su ignorancia y el peso de sus tradiciones; descuidado por aquellos que deberían haber sido maestros iluminados; y dispersos y expulsados ​​sin cuidado y atención. Con gran belleza los compara con ovejas vagando sin pastor. Judea era una tierra de rebaños y rebaños. El fiel pastor, de día y de noche, estaba con su rebaño. Lo defendió, lo hizo acostarse en pastos verdes y lo condujo junto a las aguas tranquilas, Salmo 23:2. Sin su cuidado, las ovejas se alejarían. Estaban en peligro de bestias salvajes. Jadeaban bajo el sol del verano y no sabían dónde estaba la sombra y la corriente refrescantes. Entonces, dijo el Salvador, es con esta gente. No es de extrañar que el Redentor compasivo se conmoviera con piedad.

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