Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero para nosotros los que somos salvos es poder de Dios. [A partir de este punto, Pablo procede a contrastar las "palabras", o mensaje de la cruz, con la "sabiduría de las palabras", o sabiduría mundana, es decir, los mensajes filosóficos o esquemas de los hombres, de los que acaba de hablar; teniendo especialmente presentes los de las dos clases dirigentes; a saber: griegos y judíos.

Primero nota que la palabra de la cruz es vista de manera diferente por dos clases diferentes; aquellos que, ya sea como discípulos de los filósofos griegos o de los escribas judíos, han embotado su percepción moral siguiendo la sabiduría mundana y llevando una vida mundana y perecedera, lo consideran una locura; mientras que aquellos que han avivado su aprensión llevando una vida piadosa, la ven como el poder salvador de Dios.]

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