Porque la predicación de la cruz es locura para los que perecen; pero para nosotros los que somos salvos es el (n) poder de Dios.

(m) La predicación de Cristo crucificado, o el tipo de discurso que usamos.

(n) Es aquello en lo que él declara su maravilloso poder para salvar a sus elegidos, que no aparecería tan evidentemente si dependiera de la ayuda del hombre, porque si así fuera, el hombre podría atribuirse a sí mismo lo que debe atribuirse sólo a la cruz de Cristo.

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