Y no solo [Ismael no solo es rechazado por el Isaac prometido, sino que incluso la simiente de Isaac, sus dos hijos Esaú y Jacob, son sujetos de elección de Dios, mostrando que incluso la simiente de los hijos de la promesa puede ser zarandeada esa parte puede ser recibida y otra parte rechazada, porque ciertamente Dios hizo esto, aceptando a Jacob y rechazando a Esaú]; pero Rebeca también había concebido de uno, aun de nuestro padre Isaac [Ahora bien, podría ser objetado por el judío (injustamente en vista del hecho de que cuatro de las tribus de Israel eran descendientes de esclavas) que su caso no era paralelo a ese de Ismael, porque Ismael era hijo de una esclava (egipcia), y era de carácter burlón y rencoroso ( Génesis 21:9 ).

El rechazo de Ismael, por lo tanto, era justificable, mientras que la exclusión de los judíos por parte del llamado evangelio de Pablo era totalmente injustificada. A esto Pablo responde citando los casos de Jacob y Esaú. Tuvieron un padre, Isaac, el hijo de la promesa; y una madre, Rebeca la bienamada, aprobada por Dios; fueron engendrados en una sola concepción, y eran gemelos de un solo nacimiento, sin embargo, Dios ejerció su derecho de elegir entre ellos, y ningún judío jamás había cuestionado este derecho de elección. Sí, la libertad ilimitada de elección se manifestó aún más claramente en otros detalles que Pablo enumera]--

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