Hechos 10:47 . ¿Alguien puede prohibir el agua? La verdadera traducción es ' el agua', el agua bautismal, el 'agua santificada para el lavado místico del pecado'. Se había recibido la mayor bendición de todas, el Espíritu Santo: por tanto, el don menor, que era emblemático del otro, y que procuraba la admisión en la Iglesia de Cristo, no podía ser rechazado. Además, aquí hay un fuerte testimonio de la importancia del bautismo.

Por un lado, de hecho, nada puede ser más enfático que esta narración en su afirmación de que Dios puede comunicar Sus más altos dones espirituales independientemente de todas las ordenanzas; pero, por otro lado, se afirma con igual énfasis que las ordenanzas divinamente señaladas no deben ser desatendidas. 'Non dicit', dice Bengel, 'Habent Spiritum, ergo aquâ carere possunt'. Lechler, en el Comentario homilético de Lange, tiene una frase llamativa en este lugar: "La manera peculiar en que se expresa la pregunta suena como si se le atribuyera al agua del bautismo una voluntad consciente y enérgica, como si Pedro hubiera dicho: Si nadie ha podido impedir que el Espíritu venga sobre estas personas, así tampoco nadie puede detener el agua que quiere fluir sobre ellos en el Bautismo.

Otro pensamiento también viene a la mente al considerar estos incidentes. Los bautismos parecen haber tenido lugar en la casa; y surge la cuestión de si se efectuaron por aspersión o por inmersión.

que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros. El hecho de que en este caso, y sólo en este caso, el Espíritu Santo se recibió antes del bautismo, ha sido tema de muchas notas de los comentaristas. Había razón suficiente, en esta ocasión, si podemos decirlo con reverencia, para desviarnos de la regla común. Ningún testimonio ordinario habría sido suficiente para dejar perfectamente claro el mandato divino de que los gentiles debían ser admitidos de inmediato, y en igualdad de condiciones con los judíos, a las bendiciones del cristianismo.

Este fue de hecho un segundo Pentecostés: ¿y no podemos agregar que hubo un estrecho paralelo entre esta ocasión y el primer Pentecostés, en el hecho de que la comunicación abierta del Espíritu tuvo lugar en ambos casos antes de la administración del bautismo? (Ver Hechos 2:4 ; Hechos 2:41 ).

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