juzgado por la conciencia de otro hombre ; ¿Por qué otro hombre ha de hacer de los escrúpulos de su conciencia una medida de mi libertad? Esto, con lo que sigue en el versículo siguiente, se dice en apoyo de la afirmación que acabamos de hacer: "Conciencia, digo, no la tuya".

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Antiguo Testamento