Por la presente ; a saber, por lo que sigue.

Por el Espíritu que nos ha dado ; el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios y que, como tales, moramos en Dios y Dios en nosotros. La posesión del espíritu de Cristo, y su manifestación en los frutos del Espíritu, prueban que uno es nacido de Dios y heredero del cielo.

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Antiguo Testamento