Él es capaz ; habiendo soportado sufrimientos y tentaciones, está capacitado para compadecerse de los que las soportan y liberarlos. Jesucristo, siendo tanto Dios como hombre, entiende perfectamente y considera correctamente las demandas de Dios y el carácter y los intereses de los hombres, y así está preparado para dar gloria a Dios en las alturas y manifestar de la manera más eficaz la buena voluntad a los hombres.

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Antiguo Testamento