es bueno ; el deber requiere que nos abstengamos de las indulgencias que induzcan a otros a pecar, lesionen su carácter, obstaculicen su utilidad, impidan su disfrute o pongan en peligro sus almas. A menudo es un deber evitar hacer cosas que, aunque en sí mismas no sean malas, se convertirán en ocasión de maldad para nuestros semejantes.

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