Por fe , es decir, en el poder de Dios para preservarlo y conducirlo a él ya ellos, a pesar de la ira y las amenazas de Faraón; dejó a Egipto llevándose consigo a todos los israelitas; no temiendo la ira del rey Como lo hizo muchos años antes, cuando huyó de Egipto a Madián: ver Éxodo 2:14 . Porque él perseveró firme e inmutable; como ver al invisibleManteniendo la mirada de su mente continuamente fija en ese gran Ser invisible, cuya presencia y amistad es de tal importancia, que la persona que fije su mirada en él, nunca será influenciada a sabiendas por ninguna consideración para ofenderlo, ni quedará muy impresionado con el miedo de cualquier persona o cosa que lo tentaría a hacer esto. Este carácter de Dios se da aquí con peculiar propiedad. Moisés estaba ahora en esa condición, y tenía que encontrar esas dificultades, en las que continuamente necesitaba poder y ayuda divinos: de dónde vendría esto, no podía discernir con sus sentidos: su ojo corporal no podía ver a ningún asistente presente; porque Dios era invisible: pero lo vio por fe, a quien no podía ver con sus ojos corporales, y al verlo así, encontró en él una ayuda presente, no menos que si hubiera sido manifiesto a sus sentidos.

Aquí se pretende un doble acto de la fe de Moisés; Primero, una visión clara y distinta y aprehensión de la omnipresencia, el poder y la fidelidad de Dios; y, 2d, una firme confianza en él a causa de estas perfecciones. En esto confiaba, en esto confiaba, que Dios estaba presente en todas partes con él, capaz de protegerlo y ayudarlo, y fiel a sus promesas. De estas cosas tenía una persuasión tan segura, como si hubiera visto a Dios obrar con él y para él con sus ojos corporales. A este sentido de Dios recurrió continuamente en todos sus peligros y dificultades, y así lo soportó valientemente hasta el final.

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