Señor, dame esta agua, - La mujer aún ignorante de su significado espiritual, y entendiéndolo solo del agua natural, le dice con gran respeto, Señor, Κυριε, Señor, - Reclamo tu promesa, Dame esta agua. El título que ella le da a nuestro Señor, aunque judío, y como tal estimado como un enemigo empedernido de su nación, indica gran reverencia y delicadeza, que de hecho es visible en todo su comportamiento en esta ocasión.

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