Juan 9:4

Debo hacer las obras, etc. —llamadas en el versículo anterior las obras de Dios—, mientras es de día; es decir, "mientras tenga una oportunidad"; viene la noche, etc.

"Se acerca la muerte, que como pone un período en general a los trabajos humanos, así cerrará la escena de milagros como estos, y me alejará, como hombre, de la conversación y la sociedad de los hombres". Ahora era sábado, y Jesús estaba a punto de realizar un milagro, en el que se iba a realizar un pequeño grado de trabajo servil. La arcilla se haría de tierra y saliva, y los ojos del ciego se ungirían con ella; por tanto, antes de comenzar, les dijo a sus discípulos que no debían sorprenderse cuando lo vieran realizar milagros de ese tipo en el día de reposo; porque aunque ellos podrían imaginar que fácilmente podría aplazarlos hasta que expirara el santo descanso, tenía tan poco tiempo para permanecer en la tierra, que juzgó conveniente aprovechar cada oportunidad de obrar milagros que se le ofrecía. Además, Jesús podría optar por realizar este milagro en sábado, sabiendo que el momento en que se realizó, ocasionaría que los fariseos lo indagaran más estrictamente; y, en consecuencia, tendería a darlo a conocer de manera más general, como descubrimos que era realmente el caso.