4. Debo trabajar las obras del que me envió. Ahora testifica que ha sido enviado con el propósito de manifestar la bondad de Dios al dar vista al ciego. Toma prestada también una comparación de la costumbre ordinaria de la vida; porque, cuando sale el sol, el hombre se pone a trabajar, pero la noche está destinada a descansar, como se dice,

Sale el sol; el hombre va a su trabajo y a su trabajo hasta la tarde ( Salmo 104:22.)

Por lo tanto, emplea la palabra Día para denotar el tiempo que el Padre había fijado, durante el cual debe terminar el trabajo que le fue asignado; de la misma manera que todo hombre que ha sido llamado a algún cargo público debe ser empleado en lo que se puede llamar su tarea diaria, para realizar lo que la naturaleza de su cargo exige. Por lo tanto, también debemos deducir una regla universal, que para cada hombre el curso de su vida puede llamarse su día. Por lo tanto, como la corta duración de la luz debería excitar a los trabajadores a la industria y al trabajo, que la oscuridad de la noche no vengan por sorpresa, antes de que sus esfuerzos hayan comenzado bien, entonces, cuando veamos que se nos asigna un corto período de vida, deberíamos avergonzarnos de languidecer en la ociosidad. En resumen, tan pronto como Dios nos ilumine llamándonos, no debemos demorarnos, para que la oportunidad no se pierda.

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