Amigo, ¿para qué vienes? - El comportamiento heroico del bendito Jesús, en todo el período de sus sufrimientos, será observado por todo ojo atento y sentido por todo corazón piadoso; aunque los historiadores sagrados, según su habitual pero maravillosa sencillez, no lo elogian. ¡Con qué compostura sale al encuentro del traidor! ¡Con qué compostura recibes ese beso maligno! ¡Con qué dignidad se entrega en manos de sus enemigos! sin embargo, claramente mostrando su superioridad sobre ellos, e incluso entonces conduce por así decirlo cautiva la cautividad. Vea las contemplaciones del obispo Hall sobre el tema.

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