Habéis vivido en el placer, etc.— Habéis pasado vuestra vida en el lujo y la voluptuosidad; os habéis saciado [todos los días] como en un día de sacrificio.

Es bien sabido que en sus fiestas altas, o cuando ofrecían sus sacrificios eucarísticos, los judíos solían comer suntuosamente y dedicar el día a la fiesta y la alegría; y muy a menudo bebía en exceso. Cuán justamente se condenó su lujo cuando los ricos se dirigían aquí, se mimaron todos los días, como solían hacer otras personas en el día de un gran sacrificio y fiesta; mientras tanto, a pesar de su abundancia, descuidaron a los pobres y acumularon ¡acumular riquezas para gastar lujosamente en sí mismos!

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