Si alguno ama a Dios. - Esto explica la naturaleza del amor que edifica. El amor a Dios, y por tanto el amor al hombre, edifica toda la comunión cristiana. El hombre se sale del mero pensamiento egoísta de su propia complacencia en su libertad. En estas palabras hay un pensamiento bajo (“el mismo se conoce de Él”) de la identidad entre conocer a Dios y ser conocido por Él. Este último es el origen del primero. Como el agua que sube a su propio nivel, el amor y el conocimiento se elevan tan alto como su fuente.

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