Lo mismo recibirá del Señor. - Este verso aprieta las exhortaciones anteriores inculcando un sentido de responsabilidad y esperanza. La frase en sí es enfática: no " recibirá la recompensa de su acto", sino "recibirá el acto mismo", considerado como una cosa que aún vive y regresa sobre su cabeza, tanto en los juicios de la vida como en lo que nosotros. llamar con razón el "Juicio Final" del Gran Día.

Un esclavo a los ojos de la ley no tenía derechos y, por lo tanto, no tenía responsabilidad ni esperanza. San Pablo, por tanto, le pide, como cristiano, que eleve sus pensamientos a una región en la que todos, esclavos y libres por igual, puedan escuchar la bendición: "Bien, buen siervo y fiel".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad