(17-20) Todo este afán de cortejar tu favor nace de un motivo interesado: quieren hacer de ti una secta, en la que serán amos y cortejarán a su vez. No es que sea bueno para los profesores y los enseñados - usted y yo - buscar el favor mutuo, siempre que se haga de forma desinteresada, y eso también, tanto cuando estoy ausente como cuando estoy presente. Mi corazón te anhela.

No puedo olvidar que ustedes me deben la vida como cristianos. Ahora, una vez más, parece que todo ese largo trabajo debe ser reparado. Debes ser reformado a la semejanza de Cristo, como el infante tiene la forma del hombre. Ojalá pudiera estar contigo y hablarte en un tono diferente, porque no sé cómo tratar contigo.

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