(14-21) Por tanto, hay un orden distinto: creencia, confesión, invocación. Pero antes de que se dé el último o el primero de estos pasos, se debe predicar el evangelio. El judío, sin embargo, no puede alegar que no se le ha predicado el evangelio. Se ha predicado tanto a judíos como a gentiles. Tanto Moisés como Isaías habían predicho la conversión de los gentiles, e Isaías también había predicho la incredulidad de los judíos.

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