No te dejes vencer por el mal, sino ... - Un buen sentimiento. La imposición de la venganza no es un signo de fuerza, sino de debilidad. Reprimir el deseo de venganza es obtener una victoria sobre uno mismo, que no solo es más noble en sí misma, sino que también será mucho más eficaz. Desarmará al enemigo y lo convertirá en un amigo.

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