Versículo 9. ¿Quién será castigado ? No podemos decir en qué consiste esta destrucción eterna. No es aniquilación, pues su ser continúa; y como la destrucción es eterna, es una eterna permanencia y presencia del mal sustancial, y ausencia de todo bien; pues una parte de este castigo consiste en ser desterrado de la presencia del Señor, excluido de su aprobación, para siempre; de modo que ya no se podrá disfrutar de la luz de su rostro, pues habrá una eterna imposibilidad de reconciliarse con él.

La gloria de su poder...  No ver nunca el rostro de Dios por toda la eternidad es un pensamiento desgarrador y que aturde el alma; y ser desterrado de la gloria de su poder, ese poder cuya gloria se manifiesta peculiarmente en la salvación de los perdidos y la glorificación de los fieles, es algo que no puede reflexionarse sin confusión y consternación. Pero esta debe ser la suerte de todos los que no reconocen a Dios y no obedecen el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad