De la gloria de su poder - Tiemblen, valientes - de corazón. Destrucción eterna - Así como sus pecados no pueden tener fin (la misma enemistad contra Dios continúa), tampoco su castigo; el pecado y su castigo corren paralelos a lo largo de la eternidad misma. Por tanto, necesariamente deben ser separados de todo bien y de toda posibilidad de él. De la presencia del Señor - En lo que principalmente consiste la salvación de los justos. ¡Qué castigo indescriptible se implica incluso si no llega a esto, suponiendo que nada más estuviera implícito en su venganza!

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