Verso 39. Buscar en las Escrituras... ερευνατε τας γραφας. Esto debería traducirse, no en el imperativo, sino en el modo indicativo; así, escudriñad las Escrituras con diligencia. Que estas palabras se leen comúnmente en el modo imperativo es suficientemente conocido; pero esta lectura nunca puede concordar bien con el versículo siguiente, ni puede percibirse la fuerza y la energía de las palabras mediante esta versión.

Los rabinos recomiendan encarecidamente el estudio de las Escrituras. El Talmud, Tract. Shabbath, fol. 30, presenta a Dios dirigiéndose así a David: "Me complace más un día en el que estés sentado y estudies la ley, que los mil sacrificios que tu hijo Salomón ofrezca sobre mi altar".

Tal vez nunca se escudriñaron las Escrituras con mayor diligencia que en aquella época: primero, porque esperaban la aparición inmediata del Mesías; segundo, porque deseaban encontrar en ellas alegorías (véase Filón); y, tercero, porque encontraron que estas Escrituras contenían la promesa de una vida eterna. Aquel, decían, que estudia diariamente en la ley, es digno de tener una porción en el mundo venidero, Sohar. Genes. fol. 31. Por lo tanto, podemos inferir: 1º. Que los judíos tenían el conocimiento de un estado futuro antes de la venida de Cristo; y 2º. Que obtuvieron ese conocimiento de las Escrituras del Antiguo Testamento.

La palabra ερευνατε, que podría traducirse como "Buscáis con diligencia", es muy expresiva. Homero, IL. xviii. l. 321, la aplica a un león privado de sus crías, que "recorre las llanuras y rastrea los pasos del hombre". Y en ODYSS. xix. l. 436, a los perros que rastrean su caza por el olor del pie.

En la Septuaginta, el verbo ερευναω responde al hebreo חפש chapash, buscar descubriendo; a חקר chakar, buscar minuciosamente, explorar; a חשף chashaph, desnudar, dejar al descubierto; y a משש mashash, palpar, buscar palpando. Se compone de ερεω, busco, y ευνη, un lecho; "y es -dice San Crisóstomo- una metáfora tomada de los que cavan en las profundidades, y buscan los metales en las entrañas de la tierra. Buscan el lecho donde yace el metal, y rompen cada terrón, y tamizan y examinan el conjunto, para descubrir el mineral". Los que leen el verso en modo imperativo lo consideran una exhortación al estudio diligente de las Sagradas Escrituras. Escudriñad; es decir, sacudidlos y tamizadlos, como también significa la palabra: escudriñad estrechamente, hasta conocer y comprender la verdadera fuerza y el significado de cada frase, sí, de cada palabra y sílaba, más aún, de cada letra y yod que contiene. Confronta lugar con lugar; el ámbito de un lugar con el de otro; las cosas que van antes con las que vienen después: compara palabra con palabra, letra con letra, y escudriña todo a fondo. Véase Parkhurst, Mintert y Leigh.

Dejando de lado toda traducción del presente pasaje, éste es el método adecuado para leer y examinar las Escrituras, a fin de llegar a ser sabios para la salvación por medio de ellas.

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