Tampoco tentemos (i) a Cristo, como también algunos de ellos tentaron, y fueron destruidos por las serpientes.

(i) Tentar a Cristo es provocarlo a un combate por así decirlo, lo que hacen aquellos hombres que abusan del conocimiento que él les ha dado, y lo hacen para que sirva de disfraz para sus concupiscencias y maldades.

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