(8) Porque, ¿quién te distingue [de otro]? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Ahora bien, si lo recibiste, ¿por qué te glorías, como si no lo hubieras recibido?

(8) Muestra una buena manera de frenar el orgullo. En primer lugar, si consideras lo incorrecto que es excluirte de la cantidad de otros, ya que eres un hombre. En segundo lugar, si consideras que aunque tienes algo más de lo que tienen otros hombres, solo lo tienes por la bondad de Dios. ¿Y qué hombre sabio es el que se jacta de la bondad de otro y eso contra Dios?

(f) No hay nada entonces en nosotros por naturaleza que sea digno de encomio: pero todo lo que tenemos, lo tenemos por gracia, que los pelegianos y semipelegianos no confesarán.

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